Las Musas, hijas de Zeus y Mnemósine, protegían las artes, las ciencias y las letras. Se suelen contar ordinariamente nueve:
Protectoras de las artes, las ciencias y las letras. Ésta era la función de las nueve musas concebidas por Zeus y Mnemósine tras nueve noches compartiendo cama.
Sus nombres eran Calípe, Clío, Melpómene, Talía, Euterpe, Terpsícore, Erato, Polimnia y Urania. Habitaban en distintas regiones, desde el Párnaso hasta Helicón o el Pindo siempre cabalgando con el alado caballo Pegaso.
Las hijas de Zeus eran reclamadas en el Olimpo donde armonizaban la estancia de los dioses con sus canciones y sus relatos sobre la naturaleza. Otro de sus lugares favoritos donde habitaban era en las fuentes de Castalia y las riberas del río Permeso.
Cierto día, alejadas del Olimpo, una tempestad las sorprendió y tuvieron que refugiarse en el palacio de Pireneo, Rey de la Fócida. Ellas aceptaron agradecidas pero, en cuanto atravesaron el umbral de la mansión quedaron encerradas y a disposción del tirano.
El rey creyó verse con el derecho de elegir entonces a su primera víctima. En ese momento, las nueve hermanas revistiéndose súbitamente las alas levantaron el vuelo y huyeron. Pireneo se dispuso a alcanzarlas y tras subir al piso superior del palacio, se lanzó al vacío, cayó y murió.
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